Dulce María González Guerrero: fuerza, coraje y sueños sobre ruedas
- Karla Tovar
- hace 6 días
- 2 Min. de lectura
Es la primera mujer mexicana en participar en el Para Ciclismo en unos Juegos Paralímpicos y logró un histórico 6º lugar en la contrarreloj, clasificación T1-2 en París 2024.

En el corazón de Monterrey, Nuevo León, nació una joven cuya historia está marcada por la determinación, el esfuerzo y una pasión que la impulsa a seguir adelante sin mirar atrás. Dulce María González Guerrero, de 27 años, es mucho más que una atleta: es un símbolo de perseverancia y una inspiración para México y el mundo.
Su camino en el deporte comenzó de forma inesperada: en 2014, practicaba natación cuando un entrenador la vio montar una bicicleta con llantas de entrenamiento; ese momento casual fue el inicio de una nueva aventura que la llevaría a competir en sus primeros Juegos Paralímpicos: París 2024.
“Estuve platicando con él y con mi familia para ver si me cambiaba al Para Ciclismo y en noviembre empecé a practicarlo”, recordó la especialista en las pruebas de ruta y contrarreloj. Lo que comenzó como una curiosidad, pronto se convirtió en una pasión que marcaría su vida.
Su primera competencia fue en 2015, en Querétaro. “Fue una competencia con muchos nervios, pero estaba respirando muy profundo y me concentré en la competencia”, cuenta con emoción. A partir de entonces, su vida cambió para siempre. Cada carrera, cada entrenamiento, cada meta alcanzada ha sido motivo de orgullo. “Todas las competencias en las que he participado me he sentido muy orgullosa”, dice con una sonrisa que refleja todo lo vivido.

Dulce hizo historia al convertirse en la primera mexicana en competir en unos Juegos Paralímpicos en la disciplina de Para Ciclismo, donde logró un histórico 6º lugar en la contrarreloj pero, uno de los triunfos que más atesora es convertirse en doble medallista de bronce en la prueba de ruta T1 de la Copa del Mundo, que realizó en Ostende, Bélgica, en la que compitió con triciclo adaptado para personas con parálisis cerebral.
Los logros pedaleando son grandes, pero también brilla fuera del Para Ciclismo. Dulce María también estudia la preparatoria en modalidad presencial por materia, actividad que lleva a la par de sus entrenamientos.
“Está difícil porque hay que equilibrar el deporte con el estudio”, compartió en entrevista con el Comité Paralímpico Mexicano (COPAME).
La ciclista neoleonesa no olvida a los que han estado con ella desde el inicio, su principal fuente de inspiración y su motor en cada una de sus competencias.
“A toda mi familia y a mi entrenador (Erik Pérez) son a quienes admiro, porque me han apoyado en todo”, comparte.
Su historia es testimonio de lo que se puede lograr cuando el corazón guía cada paso y en cada etapa se guía por es una filosofía de vida: “Sigue tus sueños y no te rindas”.
Dulce María González Guerrero es ejemplo de que los límites no existen cuando se tiene pasión, amor y coraje. Ella no solo pedalea hacia la meta; pedalea hacia un futuro donde los sueños se alcanzan con fuerza y esperanza, como un estandarte del Para Ciclismo para las nuevas generaciones mexicanas.
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